Marcas de la SalvaciónIntroducción
La Biblia nos presenta que la salvación es simplemente una relación entre uno y Jesucristo el Salvador. Uno tiene a Jesús, tiene su fe y confianza en Él, y solamente en Él, entonces se salvo. La salvación es de así simple.
Pero también la salvación tiene muchos movimientos adentro de la persona cuando uno es realmente salvo. Dios entra en su corazón y mente y empieza a cambiar uno para que sea la imagen de Dios.
Esta relación con Jesús es una relación en qué se nos transformamos a ser la imagen de Dios. Toda la salvación y nuestras vidas como los hijos de Dios giran alrededor de conocer a Dios, y reaccionar a este conocimiento.
2Co. 3:18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
Rom. 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
1Pe. 2:9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
Entonces la salvación incluye un proceso de cambiarnos de lo que fuéramos antes a ser la imagen de Dios. No hay excepciones, y es un aviso muy fuerte si dices que eres salvo, y a la verdad, no tienes las marcas que siguen la salvación. Entonces probablemente no entendiste bien la salvación a primera mano.
Los falsos marcos de la salvación.
Muchas personas piensan que van al cielo, porque han hecho una de las cosas abajo.
- Creen que Dios existe.
- Asisten a una iglesia y van a otras reuniones religiosas.
- Oren.
- Leen y saben mucho de la Biblia.
- Han orado la oración del pecado después de un culto evangelistico.
- Fueron bautizados.
- Cantan himnos y cantos de alabanza.
- Escuchan a «música cristiana.»
- Son buenas personas, gente moral, especialmente en comparación a gente del mundo.
- Han asistido o recibido de una escuela cristiana.
- En ellos, tienen la seguridad que son salvos.
- Han experimentados la convicción del pecado.
- No quieren ir al infierno.
- Quieren ir al cielo.
- Creen que la Biblia es la Palabra de Dios.
- Intelectualmente, aceden a que Jesús es el Hijo de Dios y que se resucitó de la muerte.
Mat 15:8 Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí.
Entonces vamos a ver estas marcas que indican que somos hijos de Dios.
Una relación con la Palabra de Dios (la ama), que es su autoridad espiritual.
2Tes. 2:10 y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
Otra marca de un cristiano es su amor por la Palabra de Dios. Esto es la Biblia, las Escrituras, como un libro, pero también este es las cartas de amor de nuestro amante. Se distingue muy claramente los inconversos pretendiendo de ser cristianos de los verdaderos cristianos por el amor del cristiano para la Palabra de Dios. Se ve esto por como el cristiano honre, respecte, exalte, y se sujete bajo la autoridad de la palabra de Dios. También se ve esto por que el cristiano estudia, lee, y memoriza la palabra de Dios. Hay cristianos quienes guardan como un tesoro sus Biblias, y hay otros quienes deja sus Biblias dondequiera, o nunca las traen consigo.
Stg 2:19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. 20 ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?
Hay una diferencia en saber algo de Dios, y confiar en Dios para tu salvación porque tienes una relación personal con Jesucristo.
Gál 6:14 Pero « lejos esté» de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.
Hay una separación y disvinculo del mundo, para vincularte a Jesús.
1Te 1:9 porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero,
Ama a Dios.
Sin amar a Dios, uno no es salvo.
1Jn. 5:2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos.
Tenemos amor por Dios detal grado, y le queremos, y hacemos lo que le agrada a Él.
1Co. 8:3 Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él.
Cuando amamos a Dios, Dios responde a nosotros a tomarnos como un hijo suyo, un redimido.
Sal. 48:3 En sus palacios Dios es conocido por refugio.
La relación que llevamos con Dios, Dios es donde buscamos de estar. O sea, Dios es nuestro refugio. Queremos Dios. Queremos estar con Dios. Queremos tener relación y actividades con Dios, de pensar y meditar sobre Dios. Dios es el todo de nuestro corazón.
Sal. 42:1 Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
De conocer a Dios (persona) como el Creador, uno tiene que darle adoración, alabanza, acción de gracias, y honor como Dios.
Rom. 1:21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
Cuando una persona sabe el evangelio, pero no honra a Dios con autoridad, prioridad, y se rinde el control de su vida a Dios, Dios tacha esta persona, y rechaza esta persona de la salvación.
Abraza e se integra con el concepto de amor.
1Jn. 4:8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
Además de amar a Dios, tenemos que abrazar el concepto de amor. Amor es la emoción y acción de sacrificar de la vida de uno para que otra persona tenga beneficio y placer. Este versículo echa todo el mundo inconverso a “no amar”, o sea, el inconverso no sabe ni practica el amor verdadero. El amor verdadero es de sacrificar lo de uno para el placer del otro, pero esto entra en algo más que esto, que es algo espiritual. Dios exige que el hijo de Dios, la persona quien quiere ser salvo y disfrutar de la salvación, a fuerzas tiene que abrazar y integrar el concepto de amor en su vida, o de plano no es salvo. Juan sigue para explicar esto…
1Jn. 4:10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
Nosotros andamos en nuestros pecados, no deseando a Dios de corazón sino lo que es en nuestro corazón, en nuestra voluntad (pecado). Entonces el amor divino es de su lado aunque no hay nada de nuestro lado. O sea, el amor no busca beneficio suyo. No hay motivos de invertir para que saque provecho. El amor busca beneficio al objeto de su amor. En esto, nosotros siempre amamos a Dios con un ojo peleado a los beneficios, pero Dios no es así. Él es amor puro.
Pero Dios no da la salvación a personas quienes no entienden el amor, y quienes que no abrazan este amor en su corazón, imponiendo el amor en sus vidas.
Entendemos este amor por ver la obra de Jesús muriendo en la cruz para nuestros pecados.
Ama a otros.
Mat. 5:44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
Luc. 6:35 Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.
Solamente los hijos de Dios son los que comprenden y practican realmente el amor. Amor divino que es la esencia de Dios es algo que no se condiciona sobre los beneficios que te va a traer, ni tampoco uno da este amor con la condición que el otro tiene que responder.
Simplemente ama aunque el otro te trata malo.
1Jn. 3:1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
En el mundo, este amor es totalmente ajeno y de otro planeta.
Ama especialmente a sus hermanos
1Jn. 3:10 En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.
El verdadero cristiano es alguien que busca, cultiva, y pone mucha importancia sobre el convivir con sus hermanos, para que, entre ellos, practiquen el amor verdadero.
La iglesia local tiene una gran importancia para el verdadero cristiano, y se ve esto por su constante asistencia en una iglesia local, y por lo que hace allí. Para el verdadero cristiano,
Perdona como Dios le perdonó.
Ef. 5:1 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
En la introducción, vimos que somos cambiados en la imagen de Dios. Esto se concentra en imponer en uno mismo el carácter moral de Dios. Dios, en sí, nos perdona a nuestros pecados. Pero también una evidencia de esta salvación es que aceptamos, abrazamos, y integramos el concepto de perdón en nuestras vidas.
Mat. 5:7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Las personas quienes son misericordiosos son a quienes Dios va a perdonar.
Mat. 5:9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
La idea de un pacificador es alguien que no escoja conflicto y contienda. Es una persona dada a la paz, a buscarla, a conseguirla, y mantenerla.
Luc. 6:36 Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso. 37 No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.
Reflejamos el carácter moral de Dios. Si Dios es misericordioso, y esto es especialmente en perdonar a los pecadores, entonces nosotros los hijos de Dios vamos a andar haciendo lo mismo en nuestro carácter. Dios pone una condición en la persona quien quiere ser salvo, y esta es que tiene que también tener la misericordia y perdón en su corazón antes que Dios le concede esto en el juicio final.
Busca y obedece la voluntad de Dios.
1Jn. 2:17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Dios identifica un cristiano como una persona quien busca y hace la voluntad de Dios.
1Jn. 5:2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos.
Más prácticamente, es una persona quien obedece los mandamientos de Dios.
1Jn. 5:3 Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.
No es nada más que es salvo, sino también los mandamientos de Dios no son gravosos o pesados para el hijo de Dios. Es un gozo de hacer lo que agrada a Dios.
Vence al mundo.
1Jn. 5:4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.
El Apóstol Juan dice que toda persona, incluso el cristiano peca. Esto lo establece en 1Jn. 1:8,10. Pero aun diciendo la verdad así, todavía afirma también que el nacido de Dios es alguien que vence al mundo y el pecado adentro de sí.
El secreto de vencer el pecado es nuestra fe. Que es la confianza que tenemos en Jesucristo.
Permanece en Cristo.
Jn. 15:1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. 3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. 4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. 7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
Jesús enseñó que el verdadero cristiano va a permanecer en Cristo. Este concepto es de morar adentro de, o en el mismo parecer y práctica que Cristo tuvo.
1Jn. 2:6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
Jn. 13:15 Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
Juan define el permanecer en Cristo como de andar como Cristo anduvo, de seguir el ejemplo de su vida en tu vida.
1Jn. 2:4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;
El profesar a Cristo sin obedecer los mandamientos de Dios es una hipocresía. No hay verdad en tal persona.
1Jn. 1:6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;
Tenemos que rechazar “las tinieblas” y “practicar la verdad.” Que la verdad llega a ser la costumbre de nuestra vida.
1Jn. 3:6 Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido.
Más al grano, la persona simplemente no peca. Es santa, piadosa.
1Pe. 2:21 Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;
Persevera en la Doctrina de Cristo.
2Jn. 1:9 Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo.
Una marca de un cristiano es una persona quien mantiene la doctrina de Cristo. Lo que uno cree es una marca de que es un hijo de Dios.
Ora Constantemente.
1Tes. 5:17 Orad sin cesar. 18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
Tal vez la marca más constante es la práctica de la oración adentro de la vida de un cristiano. Un verdadero cristiano se marca por su constante relación con Dios. Siempre está orando, haciendo comunión con Dios, y luego dando gracias a Dios por lo que Dios le ha demostrado de su voluntad, o lo que Dios ha dado.
No Practica el pecado.
1Jn. 3:10 En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.
Jn. 12:35 Entonces Jesús les dijo: Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va. 36 Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz.
Deu. 11:28 y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido.
La marca más al grano aquí es que el cristiano huye del pecado, quitándolo de su vida para hacer la voluntad de Dios.
Conclusión
A fin de cuentas, uno tiene que meditar sobre estas marcas de un verdadero salvo. Si no tienes estas marcas muy claras en tu vida, ¿Eres realmente salvo?
buenas noches hemano no pude bajar los tratados y me interesan bejarlos para poder enpesar un ministerio fabor de ponermelos en mi correo y algo nuevo gracias que Dios le bendiga