fin03 Prestando y Pidiendo Prestado es un sermón en audio sobre la Biblia y el dinero, específicamente prestando dinero a otros.
prestamos
Pidiendo y Pidiendo Prestado
Por David Cox
En este sermón sobre prestamos, pidiendo préstamos y prestando a la gente, vemos que la Biblia enseña que debemos trabajar antes de disfrutar, y que hay unas razones válidas para pedir préstamo, y en general, préstamos son maldiciones.
Tratamos el asunto si es correcto en la luz de la Biblia de pedir un préstamo, y si es bíblico de prestar a otras personas.
Prestando y pidiendo Prestado – prestamos (desde el folleto)
Rom 13:6 Pues por esto pagáis también los tributos, porque son servidores de Dios que atienden continuamente a esto mismo. 7 Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra. 8 No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.
“Préstamos y prestar” son términos muy comunes en nuestra sociedad y pensamos en ello como algo natural y correcto. Pero la Biblia nos enseña lo que podemos hacer, lo que debemos hacer y lo que debemos evitar. Estos versículos nos indican que tener deudas no está bien. Cuando contraigamos deudas debemos pagarlas. “Vivir sin deber a nadie nada” debería ser el modelo de vida para los cristianos. Se puede interpretar como que nunca debes tener deudas, o en su caso, siempre cubrir tus compromisos.
Trabajar antes de Disfrutar
2a Tim 2:6 El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.
Efe 4:28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
Los principios de Dios son los que nos guían, no nuestro parecer ni lo que es posible (pragmatismo). Dios maldijo a la humanidad en Gén 3:19 “con el sudor de tu rostro comerás el pan” porque Adán no obedeció a Dios sino cedió a las presiones de Eva (“Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer” 3:17), para una “mejor vida” (Gén 3:5 “seréis como Dios”). Desde el principio en el huerto Satanás engañó al hombre haciéndole creer que 1) necesitaba algo más de lo que ya tenía (hacerle sentir insatisfecho), 2) crear alternativas con formas diferentes (a lo que Dios mandaba), 3) proponerle un plan de “pagos fáciles” que a fin de cuentas, resultó mucho más difícil que lo que Dios mandó.
2a Tes 3:10 Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. 11 Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. 12 A los tales mandamos y exhortamos por…
Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan. Lo que Dios enérgicamente nos ordena es trabajar (con sudor y esfuerzo), y de los frutos de nuestros esfuerzos, vivir con contentamiento. Si quieres algo más de lo que no puedes, entonces trabaja más duro, o cambia tu deseo para que no incluya esa cosa, o busca una alternativa por algo que sí puedas adquirir.
La razón de pedir prestado
Éxodo 20:17 No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
Hebreos 13:5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.
Aunque mucha gente piensa que no pueden vivir sin “una línea de crédito”, la Biblia presenta otra manera de vivir. Heb 13.5 plantea el principio de que nuestra suficiencia es del Señor. Lo que necesitamos, Dios nos lo dará. Cuando insistimos en “tener” y Dios no nos da, se debe a que estamos fuera de la voluntad de Dios, y cualquier cosa puede ocurrir, normalmente una deuda. Debemos aclarar que la provisión de Dios no es un banco con una línea de crédito abierta. Es el dinero lo que deseamos para adquirir cosas. Debe ganarse el dinero honestamente, y luego, gastar lo ganado.
Más allá de “la necesidad” de las cosas está la avaricia y la codicia. O sea, queremos vivir bien, mejor, excelentemente, a cualquier costo. Cuando pensamos así, el robar, mentir, o utilizar formas inmorales, o adquirir un préstamo, un crédito, llega a ser algo muy común y aceptable. Luego, cuando las circunstancias se agravan, la persona llora a Dios por ayuda, pero parece que Dios no tiene piedad. Cuando sufrimos tales situaciones, la razón es sencilla la deuda es un castigo divino por ignorar los principios de Dios desde el principio.
La causa, tras estas situaciones es donde debemos empezar. En lugar de vivir tranquilamente con lo que Dios provee por medio de nuestro de trabajo honesto, vivimos meramente con avaricia y codicia. El fuerte deseo de tener posesiones, y disfrutar de los gustos y placeres de este mundo, domina nuestras vidas y pensamiento. Porque Dios es nuestro, buscamos la alternativa que sea.
Más Sermones en audio sobre Finanzas
Cp097 La Vista Cristiana hacia las Posesiones Terrenales y Celestiales examina las diferentes vistas del cristiano hacia posesiones en la tierra (que no es tesoro realmente) y sus premios esperándole en el cielo. Indicamos que Dios dice que todos vamos a perder todas nuestras posesiones terrenales, incluso nuestros cuerpos al morir, y solamente los tesoros en forma de premios espirituales por lo que hemos hecho por Cristo van a estar esperándonos en el cielo.
Lee el folleto: Cp097 La Vista Cristiana hacia las Posesiones Terrenales y Celestiales
buen dia
me gustaria recibir sus posts ya que quiero aprender mas sobre la palabra
bendiciones