Desnudos en el cielo
Yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza. Apo. 16:15
Muchos cristianos se sienten satisfechos con solo “llegar al cielo”. Piensan, “¿Con lo mínimo que yo haga llegaré al cielo?” Con esa idea, piensan que todo está bien. Pero Dios nos pone más metas que solo llegar. Cada hijo de Dios será premiado con gloria por lo que haya hecho, por lo que haya sacrificado, y por su santidad y dedicación al Salvador. Para los conformes con el mínimo, su estancia en el cielo será “vergonzosa” en el mejor de los casos, pero en el peor, quizás ni lleguen. Sigue leyendo